sábado, 24 de enero de 2015

Cosas de todos los días

Una rutina inesperada desde el Enero más productivo que tuve en mi vida. 
Para mí enero era una seguidilla de libros bajo el sol, siestas con el gato y largas noches de insomnio porque dormía todo el día. 
Pero, ahora, en cambio, en el país donde todo está dado vuelta, yo trabajo de manera impecable en enero y ya ni me acuerdo qué era una siesta. 
Me convertí en la asistente de mi jefa, en Lewisham- cerca de Greenwich- y tomo el DLR todos los días. Ya sé qué asientos tienen el calefactor abajo, y me puedo olvidar el mapa porque el subte es mi segundo hogar. 
Miro al amanecer desde Canary Wharf- red sky in the morning, shepherd's warning- y me bajo donde termina el recorrido. Una vez más convenzo profesores para que tomen tal o cual clase, convenzo a alumnos de que se queden en tal o cual nivel, distribuyo recién llegados en aulas para exámenes y corro escaleras arriba y abajo, varias veces al día. También tomamos el té en la oficina a eso de las 3 de la tarde y nos reímos de los alumnos. Ya tenemos sobrenombres para unos cuantos. 
Cada vez que un profesor se va de la oficina, mi jefa dice, "Es bueno Fulano, ¿no?" Y sí. Todos parecen buenos en el trabajo porque nadie trae consigo sus problemas personales o sus vidas privadas. Y viceversa. Nadie se lleva trabajo a su casa. Si te quedás trabajando después de hora, es porque sos un gil. El trabajo que te dan es perfectamente realizable en las 8 horas que pasás ahi. 
Hay escarcha en los colectivos y en los autos. Ayer pensamos que nevaba, pero no; era solo lluvia gorda. Eso sí, nieva en toda Inglaterra menos en Londres. Decepcionante. 
Hoy es Burns' Night, y se celebra a Robert Burns, poeta escocés, con grandes demostraciones de porqué los Escoceses son mejores que el resto del mundo. Aparentemente, todo fue inventado en Escocia. http://www.scotland.org/whats-on/burns-night/


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