jueves, 28 de agosto de 2014

¿Summer School?

Vamos a dejar una cosa en claro. Yo firmé un contrato con una Summer School, y hasta ahora la parte de School estuvo contemplada al pie de la letra. Trabajé de profesora, asistente y Directora de Estudios; tomé exámenes, llevé a gente a excursiones, lidié con coordinadoras de muchos países de Europa del Este y recomendé lugares para ir a comer afuera. En conclusión, sí, trabajé en una School. Ahora, el objeto de mi queja de hoy es ¿Summer? 
Cuando uno firma un contrato con Summer Teaching sabe que va a tener que trabajar 12 horas un día, 4 horas otro, y tal vez un fin de semana entero. Tal vez tenga que hablar varios idiomas al mismo tiempo. Pero a cambio de todo eso uno espera un clima agradable, hasta sofocante, pero estivalmente festivo. Bueno, en Embassy se quedaron cortos con eso. Si esas dos semanas de 30 grados que recuerdo vagamente a mediado de Julio fueron el verano de este 2014, no quiero saber lo que me espera en Diciembre. Porque el clima a fines de Julio y todo Agosto fue lluvioso, ventoso y la temperatura no pasó los 21 grados. 
Ya usé bufanda y campera de invierno. Si me llego a poner gorro en los próximos 15 días, voy a rever mi situación. 
Pero por otro lado, me encanta el color verde radioactivo que tiene el césped cuando llueve. Me gusta tomar 25 tazas de té durante el día. Me encanta el sistema de calefacción y de cerramientos herméticos, que hacen que uno sienta que vive en una pecera. ¡eso es! En UK no hay chiflete. Bajo ninguna circunstancia. 
También me gusta el hecho de aprovechar cada rayo de sol que se escapa, para ir a sentarse afuera, con una lona. 
Voy a ver qué hago con los zapatos de verano que compré en rebaja (ahora comprendo porqué estaban rebajados) y será cuestión de comprar más bufandas. 

martes, 26 de agosto de 2014

Bank Holiday, el Notting Hill Carnival y la lluvia

Este fin de semana fue interesante por unas cuantas razones. La primera fue que estuve entre diferentes contratos, así que después de ser una simple profesora en Docklands, el martes me espera un puesto de Director of Studies en Roehampton. Si miran un mapa de los suburbios de Londres van a ver que las dos localidades sen encuentran situadas exactamente una en cada extremo. A eso hay que sumarle que mi familia de equipajes se ha agrandado y ahora cuento con un integrante más. Y eso no es nada sin la constante molestia de la lluvia que no se detuvo por más de una hora en todo el fin de semana. 
Así que tuve la dicha de viajar en subte con dos valijas, lo cual me hace una mujer de mundo. 
el domingo me dirigí a Notting Hill a ver de qué se trataba el famoso Notting Hill Carnival, esperando carrozas y lentejuelas. Sí, había algunas carrozas pero la mayoría de las multitudes se congregaban alrededor de sujetos rastafaris que cantaban sobre las canciones de Bob Marley. Ni siquiera hacían playback. Ni hablar de tocar un instrumento. Pero si por instrumento entendemos objetos que impactan con otros objetos con el fin de hacer bochinche, sí, había instrumentos. Un montón. También cornetas. La comida del Caribe estuvo muy bien, pero la verdad es que el Notting Hill Carnival está sobrevalorado. 
Duró dos días, desde las 12 a las 18 hs, hora a la cual la concurrencia se dirigía tambaleando ordenadamente a los subtes designados. Había muchísimos policías, pero no para reprimir en caso de riots, si no para asistir al borracho desorientado. Para eso están los policías de Londres (que ni siquiera portan armas, solo cachiporras). 
Eso sí, la gente se rompe en estos eventos. Y se ven personajes muy interesantes. Como es un carnival, está bien ir con poca ropa. No importa que en Londres ya haya llegado el invierno. Si dice carnival hay que usar ojotas y remera corta. 
Ayer lunes fue una de las bank holidays. Es un feriado bancario en el que el pais básicamente se para y entra a la dimensión desconocida. O sea, todo funciona en UK normalmente, a menos que sea bank holiday. (Hay 6 anualmente). Por ejemplo, este camino está habilitado para bicicletas, turistas y fotógrafos excepto en bank holidays. O esta canilla da agua caliente a toda hora except en bank holidays. Entonces uno camina por la calle con una sensación de desasosiego, preguntándose si lo que sea que tenga que hacer será posible durante una bank holiday. ¿Qué líneas de subte funcionan? ¿En donde paran los colectivos? ¿Cuánto cuestan los Mc Vitie's? ¿De qué lado va el tráfico?
Justo ese día, a mí se me ocurre mudarme a Roehampton. Imagínense lo que tardé...

lunes, 18 de agosto de 2014

Entretener

Ahora resulta que trabajo en Docklands, cerca de la Olympic Village y del London City Airport. Veo y oigo aviones despegar a todas horas y tengo el río enfrente. 
Hoy me tocó acompañar a un grupo de alumnos a un karaoke. Un martirio de una hora y media. 
Ante todo, uno tienen que comprender que por lo general, en UK, el sujeto que maneja el asunto del karaoke no es un dj con onda y con chupines. NO. En general, son gente como el sujeto que llevaba adelante el karaoke hoy en East London University, portando un peinado como el de Roy Orbison, claramente teñido de negro, y con un sentido del humor dudoso. 
Esta clase de sujetos se creen muy copados porque cantan los grandes éxitos de la parte tenebrosa de los 80s o requechos de ls 70s, como Van Morrison or los Travelling Willburys. Puede cantar, sí, es entonado, pero claramente fracasó en algo, porque si no, no estaría trabajando de esto. Entonces, trata de entretener a los alumnos cantándoles "Pretty Woman", mientras que los chicos deciden qué cantar. 
Por lo general, los adolescentes de hoy en día eligen a One Republic, Justin Bieber, Lorde y esa cancioncilla "Happy" que tan cansados nos tiene. Teniendo en cuenta el entusiasmo con el que eligen canciones uno espera un gran despliegue de talento. pero no, una vez que están frente a la pantalla (siempre en grupos), todos cantan lento, bajito y a kilómetros del micrófono. A la quinta canción así, la exasperación del karaoke artist es evidente, entonces tira un tema él; y aburre. 
Yo no sabía si reirme o dormir. El único profesor que estaba de "guardia" para este flagelo es Toni, que es igual a Peter Sellers en la Fiesta Inolvidable y francamente no me inspira ganas de charlar (debo ser un poco racista). En cuanto llegó una de las profesoras inglesa, casi se desmaya de la emoción, quiso cantar un tema y me pidió que la filme. Cada día Albión me confunde más. 

Ridiculeces Internacionales

Que los ingleses vena la lluvia como un mal necesario, o que las 10 de la noche les parece una hora imposible por lo tarde que es ya no es novedad. Pero hay cosas que todavía me siguen sorprendiendo, no sólo de los británicos, sino de una gran cantidad de otros países. 

Digestive Biscuits: ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Por qué les dicen digestive? En mi vida los había probado, por miedo tal vez al término digestive. Pero esta vez sucumbí, y ahora comprendo por qué cada vez que alguien ofrece digestives, todo el mundo acepta eufórico. Vienen con chocolate también. 

Selfies: He comprobado, con desesperación, que los japoneses inventaron un palo (sí, es un palo) para sostener la cámara ante sus caras y sacarse fotos ellos mismos. Andan por Londres, con su cámara sostenida por el palo y nadando en auto suficiencia. Han, por fin, eliminado la única oportunidad del viajero solo de entablar una conversación con un extraño: "Disculpe,¿ me podría sacar una foto?"

Manicura Rusa: No sé si son las rusas solas, pero mis alumnas tienen una obsesión con las uñas; y aparentemente ahora se puso de moda pintarse todas de un color menos la del dedo anular, que va de otro. 

The Mayor of London: Este es un sujeto que es muy excéntrico y rubio. Tiene la costumbre de llenar Londres con carteles preventivos para que la gente no tenga problemas. Por ejemplo: "Fulana se sentía tan mal en el subte, que deseó haberse acordado de llevar una botella de agua". O "No te olvides de usar tu Oyster cuando salis del subte." "Evite demoras! Use las escaleras!" etc. Te hacen sentir en la primaria. Pero el pueblo inglés es obediente y sigue estas indicaciones al pie de la letra. Rule Britannia!












martes, 5 de agosto de 2014

Tower Hill, Monument y St Hallows

The Shard in London Bridge
Pocas cosas me gustan más que ir a caminar at dusk, después de un día intenso de conformar a las group leaders de diferentes nacionalidades. En general, camino por Waterloo Road hasta el Big Ben, o por Blackfriars Road, hasta el Southbank Centre. Pero hoy tomé una decisión importante. Caminé por Blackfriars Road hasta que vi el Shard a lo lejos y caminé en dirección a la estación de London Bridge. Y lo crucé.
Seguí caminando hasta Monument, que fue erigido para conmemorar el punto exacto donde empezó el Great Fire of London en 1666, y después seguí hasta the Tower.

Lo que me esperaba en the Tower es algo sin precedentes. Por el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, Londres está vistiéndose de un luto mezclado con gala y orgullo. En the Tower of London comenzaron una instalación donde "plantaron" miles de amapolas en la fosa alrededor de la torre, para recordar a los caídos en la guerra. Las amapolas son el símbolo de los veteranos, y por lo general se las vende hechas de papel en ciertos días conmemorativos. Las de la torre son de cera, y caen desde una de las ventanas. Me llama la atención el lugar donde decidieron hacer la instalación. Fue el castillo de William the Conqueror y Henry I, invasores por excelencia. Pero también los primeros reyes ingleses- no anglosajones.

Personas

El universo está lleno de personas y de artefactos que hacen que uno viva una vida más plena o más torpe, dependiendo de la situación o de sus aptitudes. 
En Embassy, hay muchas personas que han contribuido a hacer mi vida más llevadera en este mes que ya pasó. Como un pequeño homenaje a quienes se fueron a seguir con sus vidas en otros países o lejos de Londres, voy a describir un poco a las personas que me acompañaron hasta ahora. 
Staff- Embassy Southbank

Antonio: Español, joven y divertido. Los alumnos lo persiguen por los pasillos y hace clases divertidísimas. 
Marie Claire: Escocesa, entusiasta y llena de energía. Con ella empezamos el grupo de italianos a principio de Julio y pasamos largos días llevándolos de un lado a otro. Puede hacer hablar a las piedras. 
Mark: Inglés, regordete y confiado. Siempre canturreando alguna tonada. Causó sensación entre sus alumnos, hasta los de origen asiático.
Jack: Mancudian. Igual a mi primo Matías, pero con anteojos. Un gran fan de la historia. Las veces que entré a su aula, siempre lo encontré rodeado de adolescentes rusas y croatas que lo miran con adoración. De ahí su sobrenombre: "Hugh Hefner". 
Rachel: Le tocaron todos los cursos bajos, sus alumnos nunca le pudieron decir una frase entera en inglés y nunca se quejó. Un ejemplo. 
Neil: Tendría que haber sido actor Shakespeareano. Todo lo que dice parece un soliloquio y nunca dura menos de 15 minutos; sea lo que sea: el clima, las fotocopias que se traban, el marcador que no aparece, el café que es un asco, etc. Es un senor adorable, pero no tenemos tiempo para escuchar sus largas historias ni apreciaciones. 
Patricia: Australiana. Un excelente ejemplo del término "gedienta". Nunca encuentra nada, todo le parece una gran complicación, tarda un siglo es hacer las cosas y habla hasta el infinito, con tono lastimoso.
Pam: Inglesa. flotando, al igual que sus faldas, confundida y desorientada, con una canasta. Sí, en vez de cartera usa una canasta como la que usaba mi mamá para irnos de vacaciones. Supuestamente, tiene acento fino, y a todo el mundo le dice "darling".
Alex: Un erudito, joven e inexperto, que me hizo bostezar en varias ocasiones, junto a grupos de alumnos, con clases sobre el clima. Después me contó que tiene un título en Geography. Claro, qué aburrido. Una aberración para enseñar una segunda lengua. No habla fuera del aula salvo que se le pregunte algo específico o necesite fotocopias. Suponemos que es insensible a las temperaturas.
Ya sabemos que Joanne es una ídola y hace que todos seamos felices en Southbank. Pero a quien tememos, todos por igual, es a Big Phil, el jefe de Joanne y, por consecuencia, de todos nosotros. Big Phil bebe como loco, y por las mañanas toma decisiones impensadas, como mandar a gente a otros centros en los suburbios o ir a observar clases él mismo. Dicen que cuando entra a un aula, se cierne el cielo en una tiniebla espesa, y suenan canciones de heavy metal.