Vamos a dejar una cosa en claro. Yo firmé un contrato con una Summer School, y hasta ahora la parte de School estuvo contemplada al pie de la letra. Trabajé de profesora, asistente y Directora de Estudios; tomé exámenes, llevé a gente a excursiones, lidié con coordinadoras de muchos países de Europa del Este y recomendé lugares para ir a comer afuera. En conclusión, sí, trabajé en una School. Ahora, el objeto de mi queja de hoy es ¿Summer?
Cuando uno firma un contrato con Summer Teaching sabe que va a tener que trabajar 12 horas un día, 4 horas otro, y tal vez un fin de semana entero. Tal vez tenga que hablar varios idiomas al mismo tiempo. Pero a cambio de todo eso uno espera un clima agradable, hasta sofocante, pero estivalmente festivo. Bueno, en Embassy se quedaron cortos con eso. Si esas dos semanas de 30 grados que recuerdo vagamente a mediado de Julio fueron el verano de este 2014, no quiero saber lo que me espera en Diciembre. Porque el clima a fines de Julio y todo Agosto fue lluvioso, ventoso y la temperatura no pasó los 21 grados.
Ya usé bufanda y campera de invierno. Si me llego a poner gorro en los próximos 15 días, voy a rever mi situación.
Pero por otro lado, me encanta el color verde radioactivo que tiene el césped cuando llueve. Me gusta tomar 25 tazas de té durante el día. Me encanta el sistema de calefacción y de cerramientos herméticos, que hacen que uno sienta que vive en una pecera. ¡eso es! En UK no hay chiflete. Bajo ninguna circunstancia.
También me gusta el hecho de aprovechar cada rayo de sol que se escapa, para ir a sentarse afuera, con una lona.
Voy a ver qué hago con los zapatos de verano que compré en rebaja (ahora comprendo porqué estaban rebajados) y será cuestión de comprar más bufandas.
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