sábado, 3 de septiembre de 2016

De Por qué es bueno que se termine el verano y Otros Hechos de la vida

Como nadie estará de acuerdo, no voy a hacer mucho aspavientos de esto, pero me alegro de que el verano se termine. Ahora tengo tiempo de dedicarme al ocio intelectual que es algo que no hago desde Mayo. 
Pasé meses organizando planillas que incluían lugares de Inglaterra que no conozco, nombres de personas a las que nunca conocí, y fechas que empecé a odiar. Día tras día me afané en que esos nombres respondan mails, esos lugares me alquilen aulas y que esas fechas queden leeejos, y tener más tiempo para preparar. 
Un día, tuve que invitar a todos esos nombres a un entrenamiento en el NOVOTEL en Hammersmith. Preparé carpetas para 50 delegados, ordené libros por niveles para que cada uno tenga su libro para su clase, busqué actividades para presentar, me compré unos pantalones. 
En el NOVOTEL no había nadie cuando llegué. Ni mi supervisora. Eran las 8.30 AM.
A las 11, una persona que vagamente me sonaba me vino a encontrar : Vos sos Karina?
Y esa le siguieron casi 45 más, que me recordaban de la entrevista en Skype si eran nuevas adquisiciones o de mails si eran ex- profesores. Y la primera buena noticia: aparecieron al training, van a seguir con el contrato. 
Para la hora del almuerzo ya había charlado con casi 20 y escuchado sus dudas también. ¿Quién le cree a una entrevista por Skype? Aunque yo lo había hecho desde el otro lado (para Embassy, para Birkbeck), uno siente que si no se hizo en persona puede quedar perfectamente en el olvido. Hubo casos de personas perdidas en acción- nunca más respondieron mails, el teléfono dejó de sonar por dás. Alguno nunca aparecieron al entrenamiento y las taché de la lista. 
Con mi supervisora dimos consejos, reglas, explicamos cómo escribir los diferentes informes para padres, alumnos, excursiones, ella se explayó hablando de accidentes y siniestros, que es un tema que la apasiona, y yo me dediqué a honrar al la diosa suprema de EFL: fluency, con actividades, juegos y demás sandeces. 
Cuando decidimos que habíamos hablado bastante, los dejamos ir (casi las 4 de la tarde, que para los ingleses es casi la noche). En la sala de al lado estaban los animadores con demás personas de la oficina, y el jefe supremo a quién llamaremos Pepe le Pu. 
Ese día me fui a caminar por el río (Hammersmith) casi Puyney Bridge (   o sea , lejos) y me sentí un poco menos aterrada de mi trabajo. 
Pero el verano siguió, porque después de entrenar, es hora de mandar materiales a los centros...

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