miércoles, 8 de agosto de 2012

Barcelona I

Barceloooonnaaaaa!!!!
No paro de cantar la canción de los Juegos Olímpicos de 1992 mientras camino por estas calles. La canción de los juegos Olímpicos de este año no la sé. Lo mejor que hubo fue Mr. Bean. 
El primer flash fue el calor. ¡Volví a sudar! ¡EL sol quema! ¡Me puse ojotas! El aeropuerto de Barcelona reluce. Llegué enseguida a la Plaza Espanya (acá se escribe todo con faltas de ortografía porque son catalanes, así que cervesería está bien escrito, por ejemplo. Ahí me esperaba Seba. A friend in need is a friend indeed. Y más si un día pira y se va a vivir a Barcelona, y tiene una habitación libre. ¡Gracias, Seba, por la hospitalidad!
La gente en Barcelona tiene una actitud tan relajada que hacen a uno sentirse culpable. ¿Y por qué es eso? Porque aunque usted, porteño, esté de vacaciones, está bajo presion. Hay que mirar esto, hay que visitar aquello, hay que comer y tomar todo lo que le hayan reocmendado en Buenos Aires y volver para decir que sí, hizo todo aquello que le mencionaron. Porque, ¿quién puede aguantar la humillación de decir que no tuvo tiempo o ganas? obviamente, cuando vuelva, mucha gente le mencionará algo queno visitó, y lo harán sentir mal de todos modos. Por eso los porteños andan estresados de acá para allá, tachando de la lista mental toda clase de expectativas ajenas. Yo no. 
¿Viste esto? No
¿Comiste aquello? No
¿Tomaste una copa en un bar perdido que es mítico por alguna anécdota de un famoso olvidable? NO.
Hice lo que me vino en gana. Lo único que hice hasta ahora es visitar la Sagrada Familia, el parque Güell, la playa, la rambla, y algunos bares. Mañana voy al museo de Miró. Fin. Además vine a descansar. 
No los voy a aburrir con descripciones llenas de lugares comunes sobre lo admirables e intrincadas que son las construcciones y esculturas de Gaudí, porque sé que ustedes pueden aburrirses solos buscando esto en Wikipedia. Lo que sì van a encontrar en este blog son mis apreciaciones personales al visitar ciertos puntos del planeta. 
Otra razón por la cual creo que el turista porteño se siente estresado al lado de los Barcelonences es porque, segùn mis agudas sospechas, acà nadie trabaja. Salvo Seba. 
Andan todos paseando muy campantes, comiendo jamón y tomando café. Es una sensación general, no digo que esto sea una verdad absoluta. 
Tengo una pregunta importantísima: ¿Por qué en TODOS los puntos del planeta hay japoneses o chinos sacando fotos compulsivamente con aparatos mosntruosos? Yo sé que son los dueños del mundo, pero ¿Para qué? ¿Qué hacen con todas esas fotos? ¿Tienen tiempo de verlas en sus casas? ¿O se vuelven a ir de viaje y se les van acumulando para la posteridad? Posteridad qeu por supuesto a su vez debe viajar y tomar sus propias fotos. Pero como ellos encuentran la oportunidad en la crisis, yo hice lo mismo. Harta ya de no poderme sacar una foto con la iguana de Gaudì, le pedí a un Japonés si me sacaba una foto. Se re preocupan por que salgan bien. Es lo que pienso hacer durante todo el viaje. Así salgo en las fotos. Eso, y colarme en las visitas guiadas ajenas desde una distancia prudencial con cara de que no los estoy escuchando. 
Lo importante: tengo la malla puesta.

2 comentarios:

  1. Lo más importante ya lo hiciste, K: relajar e ir a la playa. Disfrutá. Hacé topless. O admirá a las que lo hacen. Y lo mejor de España: la cerveza la sirven bien fría en todos lados, K. CERVEZA, SANGRÍA / TINTO DE VERANO. Y olé! This sucks without you :(

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  2. Qué bueno, Kari, que ya lo estés pasando de lo mejor! ¡Gaudí me chifla! ¿Y por qué no pudiste sacarte la foto con la salamandra? ¡Ese parque es espectacular! Tengo varios documentales sobre Gaudí, cuando vuelvas te los paso. Mi prima Mónica y el marido acaban de volver de allí ¡chiflados! ¡Gracias Kari, por compartir! Besotes! Gra

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