Hay muchas cosas a las que me voy acostumbrando, ahora que ya pasé una
semana entera en Radley. Por ejemplo, caminar el equivalente a dos cuadras para
desayunar, comer bacon a la mañana, decirle “Good Morning” hasta al rollo de
papel higiénico, sonreírle a todos los alumnos, planificar como una maniática y
llevarlo a cabo con precisión (tanto que hasta en una charla de pub con mi
compañera polaca nos encontramos siguiendo los tres pasos de presentation- repetition-
practice para una conversación banal.), no limpiar nada, que el celular no
tenga señal, que el almuerzo sea abundante, que el café no me saque el sueño
porque es una porquería, que el césped parezca una alfombra, que la manteca sea salada, que la cena sea a
las 6 de la tarde y todavía entren rayos de sol por la ventana y el calor sea
insoportable porque esta buena gente no cree en el aire acondicionado. Ni
siquiera creen en abrir ventanas para que “haga corriente”. Todo esto ya no me
llama más la atención.
Pero la intrincada arquitectura de la ciudad de Oxford todavía me toma
por sorpresa cada vez que doy vuelta la esquina, y la arquitectura inglesa en
general, con sus materiales de primera calidad y la roca sólida que pudo haber
estado en el mismo lugar por 400 años tranquilamente todavía me sorprende. No
solo estoy hablando de los colleges en Oxford, que son uno más majestuoso e
imponente que el anterior, pero también me refiero a las simples
construcciones, con detalles cuidados como caños para el desagüe y paradas de
colectivo con todos los horarios en un cartel. Increíblemente, se respetan.
Ayer tuvimos la noche libre y hoy estamos libres hasta las 6, hora en
que tenemos que arrear a los chicos a la cena (los Activity Leaders están de
franco), y después llevarlos a la casa para una película. Hoy fueron de
excursión a Hampton Court (uno de los palacios de Henry VIII) y la temperatura
pasa los 30 grados, por lo cual esperamos que estén bastante cansados. Tanto
ayer como hoy, pasé mi tiempo libre en Oxford. En total, me senté en 3 bares y
en 2 parques. Y podría sentarme en cualquier lado, pero en la mayoría de los
lugares está prohibido pisar el césped. Igualmente, ya me tendría que tomar el
colectivo de vuelta, porque me espera una cena inglesa, con calorías al tope,
bajo este sol y con 30 grados de sensación térmica.
Kari para que no te sientas Lejos Pero a la vez cerca de donde hoy estas....headphones recommended!! http://m.youtube.com/index?&desktop_uri=%2F#/watch?v=uocESWBHndg besos
ResponderEliminarSiempre pensé que de haber ido a Oxford lo último que habría hecho es estudiar: me la habría pasado sentándome en distintos lugares...
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