martes, 21 de agosto de 2012

London Fading

Ya me voy despidiendo de la ciudad gema. Me despido del transito visto a traves de un espejo, del cafe sin inspiracion, del rio serpenteando centelleante atravesando historia, bajo puentes discordantes. Me despido de los parques infinitos llenos de patos pendencieros que me intimidan y se comportan impredeciblemente, inspirandome un respeto ridiculo. Me despido del subte, la eficiencia hecha de metal y colores de acuerdo a la linea; y de la intrincada red de magia que produce emerger de cualquier estacion para descubrir una parte nueva de la ciudad.
Me despido de los emblemas: de las cabinas telefonicas rojas, los taxis negros, los increiblemente lentos double decker buses rojos. Adios al sujetin verde que me permite cruzar, a las indicaciones de transito sobre el asfalto, y a los carteles que me piden que tenga cuidado y no meta el pie en la zanja entre el tren y la plataforma. Adios a la historia mas gloriosa del planeta tatuada en cada rincon de la cuidad, y las leyendas que la rodean.
Y sobre todo: me despido de vos. Con quien jure nunca mas volver a sacarme una foto. Para que? Si tengo mil, desde cualquier angulo, de dia y de noche. A vos, arrogante ciclope dorado y eterno. De vos me despido quien sabe hasta cuando. Y no queria volverte a ver; no creia necesario rendirte homenaje. Pero desde el Millennium Bridge, escucho como toda la ciudad hace silencio para que tu campana de las 5. Nada se mueve, los leaden circles se expanden. Es hipnotico, y tengo que darte la espalda una vez mas.
Como se puede estar tan encantada por una torre? Es un reloj! Si, pero sin embargo, duele un poco dejarlo atras.
Me voy de London una vez mas, como lo hice muchas veces: segura de que una parte de mi se queda aca para siempre.

1 comentario:

  1. Es un ensueño leer tus escritos! Como interpretas a esa ciudad maravillosa..gracias por transportarnos allá
    Ofelia

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