lunes, 14 de julio de 2014

Bella Italia

Sí, bella. Esta semana que terminó hoy lunes estuve dedicada a un grupo de Italianos que tienen clases aparte de todo el resto de Embassy y hacen excursiones a la tarde con los profesores incluidos. Nada mal. Lo bueno que tienen los italianos es que, aunque vagos, le ponen onda, y le encuentran humor a la clase. Por otro lado, me tocaron niveles bajos, así que la clases es parecida a una conferencia con traductores simultáneos, non- stop. 
Mi italiano se está volviendo muy fluido; entiendo todo lo que dicen. Me encantaría que ellos aprendieran algo de inglés, pero con que digan 3 o 4 frases por clase me alcanza. Lo mejor son las excursiones. La semana pasada los llevamos hasta Buckingham Palace caminando, desde Southbank. Son unas 20 cuadras. Pero como ellos van muy lento, tardamos casi dos horas en llegar. Sin tener en cuenta que se sacan fotos en cada baldosa. Ante la obvia pérdida de tiempo, una de las activity leaders sugirió que nos volviéramos en subte. ¿Y si se nos pierde alguno? ¿O lo dejamos en la plataforma? Por suerte, ellos vinieron con 8 profesoras italianos y un médico, que no ayudan mucho, pero les repiten todo lo que nosotros les decimos en italiano. Básicamente, 8 personas de vacaciones. El médico trajo a su mujer que no sabe nada de inglés y es un lastre, porque camina lento y se pierde. Volvimos todos a Southbank, todos, todos, después de haber incomodado a centenares de londinenses que volvían de su trabajo. 
Ayer fuimos a Stonehenge y Bath. En realidad, pasamos con el micro por Stonehenge, y todos sacaron fotos con sus celulares. El chofer del micro les avisó: "Sobre su derecha van a ver Stonehenge, que es una pila de ladrillos."  Se decepcionaron un poco, pero en Bath se entretuvieron más, patoteando al soldado romano que entretiene a los visitantes a los Roman Baths, porque era romano y no hablaba italiano. 
Por suerte, en el viaje de vuelta se durmieron, y yo también. Me fui a un asiento sola, porque una de las profesoras me quería dar charla y me quemó la cabeza. Patricia, australiana y trotamundos. 
Con las demás profesoras estábamos preocupadas porque no les habíamos dado ningún dato o fecha de las fundaciones, ciudadanos ilustres, Jane Austen, etc. Nos quedamos más tranquilas cuando vimos que lo único que querían saber era dónde quedaba Primark y si había Starbucks. 
Bath es una ciudad para pasar unos días, realmente. Tiene tanta historia. Me sentía caminando por la novela Northanger Abbey, back and forth from the Pump Rooms. Todo es beige, hay flores en cada esquina, y la abadía es la más linda de las iglesias que vi acá. Me habría encantado tener tiempo para ir a revolver alguna librería, pero el deber de velar por la bella Italia y sus jóvenes habitantes no me permitieron. 
Será otra vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario