domingo, 6 de julio de 2014

Mi reino por...

...una taza!!
Parafraseando al célebre monarca que protagonizó su propio obra, escrita por el bardo, me desespero y desando caminos en busca de una taza. 
Después de una jornada (media, en realidad) no muy intensa de aclaraciones y notas al pie de todo lo que voy a a estar haciendo estos meses, a cargo de Joanne, me vi en urgente necesidad de un café o té. Era el mediodía, no tenía hambre, pero mi última taza de café se había materializado en el desayuno, casi 4 horas antes. Los sábados el desayuno es full english. Yo no  lo quise probar en esta oportunidad pero  mis compañeros ingleses se desvivían, felices y relamiéndose ante la idea de comer salchichas, huevos, porotos y panceta para el desayuno. Yo comí tostadas. 
De todos modos, quería un café. La canteen está cerrada al mediodía, así que recurrí a mis coodinadora Joanne, y al centre manager, Chris, con el siguiente pedido: necesito cafeína. 
Joanne se ofreció a llevarme a su flat (acá estamos en flats y en cada uno hay varias habitaciones), que ahí ella tenía una pava eléctrica. En Staff room había una pero le faltaba la parte de abajo. 
En fin, tomé un café muy rico en la cocina de Joanne, en el séptimo piso, desde donde se ve el Big Ben, London Eye, etc. Una maravilla. 
Después me sugirió que le preguntara al centre manager si me podía agenciar una pava para mí cocina o cualquier cosa que necesite para mi habitación.
Me dirigí, rauda, a su oficina a hablar con Chris. Me consiguieron una pava, que ya usé lascivamente, perchas, toallas y un cartel para la puerta de mi habitación. 
Ahora, había comprado té, café, leche, tenía una cucharita en la valija, pero no tenía taza!
No quería comprometerme a cuidar alguna de las tazas de staff room, porque si la llego a romper, y además la tengo que andar llevando y trayendo. ¡Yo quería mi propia taza! ¡Quería independencia!
Según Joanne, el mejor lugar para comprar una taza es la tienda de 99 centavos. ¡Todo por 99 centavos! Laura haría un desastre ahí. Me dirigí a la tienda, pero para mi horror, abría en una hora. ¡Estaba varada en la estación Elephant and Castle! que no es nada linda- hay una comunidad de latinos medio sospechosa, casi como el once. Pero esperé y mi paciencia fue recompensada con una taza color violeta, y otros artículos a precios muy convenientes. El té que compré también me salió menos que una libra, y es mejor que cualquier té común. ¡Qué gran país!


3 comentarios:

  1. Y pensar que hace algunos años a la vuelta de AACI pusieron un negocio muy posh de perfumes que se llamaba 'Elefante y Castillo'. No creo que les haya tocado ir ahí un sábado al mediodía ;-)

    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Que suerte Kari ! Yo estoy yendo a comprar a una tienda de 33ctvs. 99ctvs es mucho lujo por ahora.

    ResponderEliminar
  3. Sí, tal vez para tu boda vayamos a una de 99 ctvs...

    ResponderEliminar