martes, 20 de agosto de 2013

Vaticano

Ir al Vaticano suena más pretencioso de lo que es. Ante todo, existen todos estos mitos y miedos infundados sobre visitar el Vaticano: si nos vas temprano tenés que hacer una cola de 8 horas, hay que reservar turno por internet, hay que confesarse, etc. Mentira. Como muchas que rodean a esta institución, las cosas que la gente cree sobre la Iglesia Católica son una parva de idioteces. reservar tuno para saltearse la cola es una estupidez también. Llgué a las 11 de la mañana, hice 10 minutos de cola para entrar a la Basílica de San Pietro, en donde tuve dificultad para identificar santos. Tendrían que vender un album de figuritas para llenar con las imágenes, así la gente podría cambiar estampitas y decir "Te cambio San Blas por San Cosme". O "Uhhh, San Juan la tengo repetida 5 veces". Y si llenás el album vas al cielo, o algo así. Me metí en las catacumbas de los Papas, y vi tumbas, predeciblemente. Hay un gran culto a la muerte. Como si todo fuera prepararse para eso. Estoy tentada de ir a la Cripta de los Capuchinos a ver los esqueletos, pero me da un poco de morbo, y no sé si la voy a pasar bien. Igualmente, qué tumbas. Así da gusto morirse. 
En el museo del Vaticano, otra vez hice 10 minutos de cola. La cola más larga que hice fue la del baño. En el museo vi tantas cosas que no me alcanzaban los ojos, y los pies se me gastaron literalmente. La parte que más me gustó fue la Cámara de los Borgia. La capilla Sistina está muy sobrevaluada. Es verdad que es impresionante ver el techo, pero no es tan grande como la imaginaba. Hay frescos en las salas de los papas mucho más impresionantes, gigantes. Es que cada Papa pagaba a los artistas para que les rindieran homenaje de maneras fastuosas, cosa que yo también haría si fuera Papa. Por ejemplo, retratarme extinguiendo un incendio por gracia divina, como hizo uno, o como si fuera in dios romano. Pero es verdad que uno no sabe qué mirar de todo el estímulo visual que se encuentra en el Vaticano. Las estatuas de mármol también me interesaron. 
La gente en el Vaticano tiene que taparse porque no puede mostrar los hombros. Yo fue con un vestido de mangas cortas, pero había gente tapada con pañuelos, que convenientemente se venden a precios exorbitantes en la puerta del  Vaticano. 
El cansancio es extenuante, no puede ser que pasé 5 horas ahí adentro y no alcancé a ver todo. Tendría que pasar al menos 3 días sólo en el museo. Me adosé a varias visitas guiadas para conocer algunos datos de las pinturas, y traté de identificar qué pasajes de la biblia o de la mitología se representaban. Fue un tour interesante, pero el calor hace que el cerebro a cierta hora deje de funcionar. Entonces volví al hostel a dormir una siesta reparadora. Veremos qué otras maravillas me depara Roma. 

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